Aprender requiere de coraje y enseñar, la paciencia de una madre. Ella sabia que para que su hijo saltase la tentación tenia que ser grande. La veía a menudo, siempre a la espera. No descansaría hasta que lo viera dar este salto.
Ross Campbell plantea que dentro de cada niño hay un tanque esperando ser llenado con amor, y que esto condiciona la relación psicosocial que desarrollaría en el tiempo. Ahora, ¿se imaginan que una persona va creciendo a espalda de dicha disposición y reconocimiento de amor? Voila mon secret. Il est
très simple: on ne voit bien qu’avec le cœur. L’essentiel est invisible pour
les yeux. decía Antoine Saint Exupery, y tenia razón.
Cuando un anima se encuentra en el espejo de un animus compatible; se crean necesidades que en otros momentos serían estupideces con pizca de infantilidades. Nace en la complicidad de unos intercambios de miradas que en su debido momento, se hacen incapaces de fluir con total libertad, esclavos, de la complicidad del inconsciente. A eso se le digo "vire lólój". (Enamorarse, en Kreyòl)
En otro idioma para los mortales, relaciones interpersonales. Dígase lo que quieras, si no atinas al núcleo de la esencia de esta persona no podrás trascender más allá de un seco mirar, frío y acusador que estremecen hasta más valiente. Pero que se quedan en la intención de depósitos de caricias por desembolsarse, quedándose a merced de la palomería intelectual.
Solo aquel que se encuentra a sí mismo en la desnudez de una ánima, halla suspiro en medio de la desesperación. Si tan solo hablará el silencio tal como lo hace la brisa al mimar las fisuras de su animus; cuantos dolores se ahogarían conscientemente en el mar de tu fragancia. Pero no es así.
Más frágil y efímero que el alba, dulce y tierno como dous makòs pero sobre todo, tan colorido como el mismo arcoíris con duendes Irlandeses. Así es el asentar de tus ojos al sonreír. Pero contigo, como diría Vergas Zaragoza " Digo! ni puta ni haya.!" ¿Puedes creer que no atino a ver más allá de tu sutil y mirar callado? Es como si hubieran capas existenciales que me impiden ver más allá de esta armadura de cristal. Creo que a mi madre se le olvidó enseñarme este capitulo del manual de la vida.
Porque el amor, tan solo una transacción, decía. Susceptibles somos todos al deseo. Mostrando un conjunto de rasgos deseables adecuado y boom!! podremos encenderlo asi como apagarlo. Llegará un día y todo cambiará sin pedir permiso. Cuanta razón tenia la doña, la primera jefa.
Te personificas en las imagines de mis sueños volviéndome adicto al tarareo de tu voz. Dominado se vuelve mi eros a merced de tu esencia buscando reivindicarse en cada rocío, pero me pierdo.
Me pierdo en el trazo de tus ojos, que sin la brújula de tu sonrisa escondido debajo de las mascarillas. Recurrir a los recuerdos de tus retratos para rememorar tu sonrisa me es una necesidad del cual no me puedo abstener si quiero mantener vigente los trazos de tu sonrisa.
Si tan sólo mi psique funcionará como tu alma influyendo en mis ideas, podría encontrar las palabras adecuadas para iluminar tu espíritu pero, el temor de perder el control se hace tan fuerte que sentirte cerca se vuelve peligroso. Ahora si entiendo lo que siente Superman al tener cerca, la cliptonita.
Si tan sólo mi psique funcionará como tu alma influyendo en mis ideas, podría encontrar las palabras adecuadas para iluminar tu espíritu pero, el temor de perder el control se hace tan fuerte que sentirte cerca se vuelve peligroso. Ahora si entiendo lo que siente Superman al tener cerca, la cliptonita.
¿Encontrará la cabeza del llanero solitario reposo en el pecho de su doncella? ¿Podrá superar las barreras del deber ser para ir mas allá de la libertad misma y volverse intencionalmente vulnerable; por la damisela que domó al dragón del castillo? Deberá desprenderse de su armadura, espadas, escudo pero sobre todo de las enigmas de batallas que ha construido en el tiempo, a fin de dejar ver la desnudez de sus cicatrices en la simplicidad de su esencia.
Cualquiera declama en la desvinculación de su ser a espaldas de sí mismo, donde la claridad se hace obligatoria en un mundo desprovisto de intérpretes emocionales, donde yo soy un analfabeta no por convicción sino por desconexión.
Mientras tanto, seguiré tejiendo en el aire Wǒ ài nǐ, hasta que atines.