Pareciera ser que los espíritus de Trujillo, de Papa
Doc y de Pinochet aún siguen bailando
rara dentro de mí cabeza aunque en las paredes de mi alma, figuran retratos de
Catherine Flon, Salomé Ureña y Sonia Pierre; Tengo que admitir que bajo el
compás de una tambora se nos reconoce a todos los descendientes del gran Guinea.
Expresado
en unos trazos la importancia del silencio de la mujer que en la expresión de
los que han experimentado su poder terminan expresando con la singularidad de
un Me gusta cuando callas, porque pareces
como ausente, y me oyes de lejos e mi voz no te toca…
Heeyy
espera!
No
sería mejor, Me gusta cuando callas
porque padeces ausente, me oyes de lejos e mi voz se hace ley cuando te toca?
Amor,
amor, amor, benefactor de sentimientos confusos que desvanecen en los besos y
reaparecen entre gritos y llantos. ¿Será la ama de la sumisión y él esclavo del
poder?
La
verdad, no sé y para serle sincero, no sé si quiero saber.
Y luego alguien, una mujer, que sabe lo que quiere y al buscarlo lo consigue, mujer independiente.
Si
bien me encanta pero no puedo admitir con real certeza este fuego que me
consume por dentro y menos ante mis amigos, vecinos y familiares. Pero al recordar
que entre el poder y el querer hay un mundo de diferencia, pues, me hago el
chivo loco. Uno trago de ron, par de cerveza para una noche de bachata hasta el
amanecer; Sin olvidar el asopao y una vestida de novia en la mañana para
quitarme el jumo.
Inteligente,
decidida, auténtica, son tantas las cualidades que en ella se encuentran que para plasmarla, tendría que
usar mi sangre por escasez de tinta e mi piel como pergamino por
falta de hojas.
¿la
amaría tanto sin poder admitírselo? Pero no puedo, porque no sé lo que
significa amar alguien diferente a mí.
¿Será
que me he acostumbrado al neofitolismo de tal manera que le temo a los entes pensantes?
¿Podré algún día superar el miedo a lo desconocido e unirme a ella por lo que es?
No
sé, la verdad no sé.
Después de todo, qué
sería de la vida de un dictador, sin un pueblo a quien ostigar. Qué resultado
obtendríamos de un Masoquista que lograra controlar sus impulsos de manera que
pudiera adaptarse a una estructura totalmente diferente a su manera de ser, no sería normal. Simplemente, sería maravilloso.
Mientras
ella expresa que no necesita un hombre en su vida para estar bien, murmullos de caricias y pasión son las que brotan en su piel bajo el tacto indecente.
"No
necesito un hombre para sentirme feliz"
– Dijo aquella kriptonita con un gesto
que traslucía preocupación y pena. No me quería pero le era imposible
deshacerse de la idea de terminar su vida sin un compañero a quien simplemente
amar.
¿Y
yo? Bien gracias, desde mi narcisismo,
las mujeres así me son un dolor de cabeza. Un mal necesario.
Como manejar un punto medio que requiere de una valentía
descomunal para soportar las críticas de quienes defienden sus derechos y
muchas veces lo llevan a los extremos. No es que no pueda cambiar, es que
sencillamente es la única manera que se para ser la construcción de ese hombre construido. Si me quita mi
hombría, entonces que sera de mí…
Valgo menos que un cero a la izquierda, un condón usado, un
pedazo de carne podrida. La quiero pero junto a ella existir es mi laberinto.
Ni
siquiera sé por qué me intriga tanto su alma libre, si al final me encanta,
entre el quererla y el odiarla, Mille millions de mille sabords!! Elijo pergaminos y lápiz.
Bendita
dualidad que vive el pobre machista de nuestra sociedad, que apenas logra encontrar
espacio para respirar un aire diferente de la contaminación de los “ismo” que
tanto con fervor defendemos a diario. Sólo queda morir como héroe o vivir como villano.