Y desde el río escuche la voz de esa doña susurrando
Manje a kwit!
Era como si escuchara el disparo que da inicio a La carrera más importante del día, seducido por el aroma del caldero los pies apenas tocaban tierra mientras volábamos hacia la mesa.
A minutos de cruzar la línea de victoria que separa el patio con la cocina y kan!
Aww!!
Me di en el lugar más sensible de todo ser humano, el dedo meñique y,
Y me desperté,