sábado, 21 de noviembre de 2020

Una confesión, o no?

TENGO que HACER una CONFESIÓN - YouTube

De niño, en su país era de estos estudiantes que sacaba la nota justa para aprobar las materias. Y que los más inteligentes nunca le hacían corro por no tener las aptitudes adecuadas. En su familia, siempre fue objeto de burla, desprecio comparado a sus hermanos quiénes tenían historial de mejores rendimientos sacando las notas más altas de sus clases. Eran los mimados de la casa.

Para su sorpresa, un día con menos de 10 años, terminando el año escolar, fue a buscar sus notas "solo" como de costumbre, recibío una notificación que cambiaría toda su vida.

Decía: "Remis a ses parents". (Devuelto a sus padres)

Aquel día el camino a casa pareció más largo que nunca. Buscando el meta mensaje que llevaba este Memo sin darse cuenta, que estaba iniciando el nuevo camino hacia su autoconocimiento. Dejar uno de los mejores colegios de la ciudad en donde, romper el ciclo educativo de estas metodologías de escuelas representaba prácticamente ser un apátrida familiar.

Aquel cambio de fardo solo era el inicio de una aventura que le llevaría a cambiar de colegio, modelo de pensamiento, incluso de país; hasta llegar a un lugar donde, pareciera ser que, después de todo, lo que se daba por hecho no era precisamente el valor real; sino más bien, la interpretación de lo que se pudo ver en aquel tiempo. Despues de todo, como evaluar a un pez, por sus cualidades de subir arboles.

De repente aquél chico que apenas sacaba puros C de campeón empezaba a sacar notas altas y ser de los más destacados de sus cursos, donde ser exonerado en exámenes se había vuelto tan común como ir a un puesto de comida rápida y pedir chicharrón con yuca y wasakaka.

¿Qué está pasando ahí, será que le están ayudando?

Nah! Sólo que, se dío cuenta que su mejor versión no salía cuando le pedían que dijera como gallo lo que decían los libros sino que entendía de ellos. En ese proceso donde había que usar algo más que la simple retención de informaciones pisando los terrenos del cuestionamiento de la vida misma. Un lugar donde pudiera preguntar sin temor a ser reprimido y que las respuestas no eran las típicas "ta gueule idiot!"

Mierquina, Ya era tiempo!!!

Ahora entiende mejor porque siempre le mandaban de castigo por hacer preguntas inapropiados y otras cosas en el curso en lugar de  seguir las cuadradas cantaletas que no le era funcional pero si a los demás. Como pez fuera del agua, cuestionando claramente lo que le era dudoso desde su perspectiva.

Bueno, hay que admitir que tampoco se lo ponía fácil a los profesores pero que les digo. Tenía otro chip que no era compatible con los sistemas operativos a disposición. Un modus operandum que siempre cuestionaba el orden de las cosas más allá de lo escrito y joder! cuantos problemas se he ganado por esto.

De los pocos recuerdo e incondicionales, esta su tío, quién de manera inconsciente había asumido la personificación de un padre, por el trato diferente que le otorgaba siempre, exigiéndole lo mejor desde su escencia.

Aquel hombre que le enseñó a respetar la opinión de los demás aún no estando de acuerdo, y que a veces, es mejor callarse en lugar de hablar si ya sabes de ante mano las respuestas. No todas las guerras se pelean, le decía. Le enseñó a refinar sus pensamientos y a elegir las conductas que quiere asumir desechando las que no. Le resolvió varios problemas de encontrarse, y como dice el dicho popular : "quién como águila nace, aunque se mezcle con gallinas tarde o temprano saldrá volando". Y esto, fue lo que le pasó a este joven.

Porque después de toda tormenta, viene una calma. Y todo buen pirata un día, termina siendo el capitán de su propio barco. Si no me cree, pregúntenle a Johnny Deep en Jack Parrows, quién contra viento y marea y todo pronóstico se ha consagrado como uno de los piratas más temido y respetado de todo el mundo, aún no siendo inicialmente el protagonista de la saga de Los Piratas del Caribe.

Aquel chico que al abrir la boca provocaba problemas, disgustos y malos momentos , sin querer queriendo hoy, los provoca desde su silencio. Una sencillez del alma y la paciencia de saber que todo tiene su tiempo. Porque a su corta edad, se ha convertido en un veterano de aguas profundas y no solo desde los libros, sino de experiencias propias.

En medio de toda la tormenta sistemática de formación vs educación que nos encasilla a todos y todas en base de un número que, aparentemente mide el nivel de aprendizaje pero que solo condiciona las mentes conforme a una fórmula predeterminado. Surge el cuestionamiento existencial sobre la importancia del acompañamiento funcional desde hogar como base de la educación misma.

¿Se imaginan si este chico hubiera podido tener un proceso con mayor acompañamiento y una mejor adaptación en su juventud? ¿Si desde su familia, se manifestarán las cualidades de la aceptación de la diversidad misma dejando las típicas comparaciones?

Y ojo, no estamos hablando de una familia cualquiera. Sino de una familia en dónde los debates de alto nivel sobre temas de actualidad, filosofía, tecnología y todo lo que pudieras imaginar de una familia noble e intelectual. La exposición al conocimiento siempre ha sido el plato de todos los días. Salvo, cuándo hablara este joven. Aquel soso oveja negra quién, encontró refugio en los brazos de la adrenalina de nuevos conocimientos y de unas abejas inadaptadas hasta encontrarse a sí mismo.

Sabes, se acabó el vino y tengo que ir por más, mientras voy;

Y tú, ¿Cuál es tu historia?

Por mi bendita culpa


Juan, quien acostumbra salir a lugares abiertos para encontrar emociones que fueran capaces de darle a su musa la suficiente estimulación para escribir. Tropieza con un parque lleno de árboles que producen sombras , donde prevalece una arquitectura que al parecer, fue extirpado de la mente en inadaptado social buscando reivindicar su alter ego. Estructuras de figuras geométricas, inspiradas en juegos de mesas, y una hermosa fuente  salpicando aguas justamente en el medio con figuras humanas intentando consumirse en un beso. Casi, parecieran ser felices.

En su tercera tasa de café, llenándose los pulmones de aire. Saca de su bolsa de cuero, una vieja libreta negra y empieza a escribir. Entre el va y ven de un lápiz sobre papel, al sonido de los cánticos de las palomas y las hojas cayéndose; Llega Ariel, acercándose de manera poco sutil:

     -Discúlpame, estas entorpeciendo que la brisa llegue donde mí.

Exclamó Juan.

     -Ariel: Hola hermoso, qué estas escribiendo? Puedo verlo? 
     -Juan: No, pero podrías escucharla. Si te alejas claro esta. 
     -Ariel:  Ay! Pero tu si eeeres...

Qué aburrido, si de escuchar se trata, prefiero que me digas otras cosas y más cerquita.

Susurra ella, mientras se acaricia la fisura de la cara. 

... 

        - Tocarte? No, comerte.

Responde ella.

Juan, recupera su postura alejando su cara diciendo:

     -Bueno, ¿quieres escuchar o quieres tocarme? 
     -Soy Ariel por cierto; Ariel, como la sirenita
Exclamó ella mientras encontraba una silla para acomodar su voluptuosa arquitectura corporal sostenido de unas prendas que, dejaban pocas cosas a la imaginación.

     -No te he invitado a sentarte o sí...
Pronunció Juan mientras seguía en sus pergaminos.

     -La única invitación que espero de ti, por ahora, es que me invites un trago.

Susurra ella intentando ver los trazos de su nuevo conocido.

Haces mucho ruido, estimada Ariel como la sirenita.

Quiero que te imagines, una relación entre dos personas. Dos entes auténticos y definidos. Con sus metas bien claras pero sobre todo, de carácter firme; o lo que creas que sea esto, no importa. Y al sonido de mi voz, deja que, las letras pacten el camino que ha de recorrer tu mente.         

     -Ariel: pero si son diferentes... 
Juan: Agradecería que solo te dejes guiar. 
Repicó Juan con tono seco.

Decía,

De un lado, un alma que no logra conectarse con sus emociones porque no aprendió a hacerlo o mejor dicho, nunca le enseñaron; a veces tan callado que suena más duro el sonido del televisor que su propia voz, encontrando en el sexo y el llenado de las neveras la satisfacción condicionado de intercambios de un reconocimiento anhelado. Por otro lado, un alma que exige el empoderamiento en un rol activo de un perfil social creado, que ni-siquiera se sabe lo que significa, pero, resonaban una y otra vez la misma frase de siempre, "Se resuelve o se revuelve porque para eso, hay un hombre en la casa".

Entre almas que, encontrando valentía para dar peso a sus voces. Perdidos en la conquista del temor generado de defender sus ideales, incluso su propia muerte. Valientes, orgullosos, radiantes pero sobre todo, todo lo contrario a lo que sus naturalezas sociales le han inculcado. Entre luz y sombras mueren lentamente sus áreas vitales.

Al final del día, quién respeta a quién? Quién valora a quién? Quién, espera a quién? 

Al final del día , quién, mata a quién?

No es más importante comprender que no son y que nunca serán iguales?

Comprender que la génesis de sus diferencias yace un complemento único que predestinado o no, los hace ser parte de algo más grande que ellos mismos. los vuelve un punto de referencia para atacar o defender la escencia misma del núcleo de la sociedad, la familia. Qué respuesta veremos a diario cuando la crisis de valores se hace predominante y, no se logre flexibilizar por ninguna parte el ego del narcisismo; mezclado con una pisca del sentimiento de estar en su derecho, y, que cada quien se merece todo lo que pide  por su boca. Este modelo de convivencia nos deja unos tragos amargos con sabor a sangre extra viejo.

En nuestra sociedad los números de homicidios y maltrato familiar son altísimas pero, se encuentra más hermoso debatir entre tecnicismos para definir si son productos de un hombre para atacar el machismo en defensa de un liberación femenina, escondiendo un libertinaje con dosis de depravación social como expresión de una crisis moral y de valores. Es que los hombres, son el problema; dicen algunos. Pero en países como Columbia, Ucrania, Japón los números que se disparan son de violencia contra el hombre. Ante estas cifras pues, el problema sería las mujeres, o no?

Mientras se siga poniéndole curitas a los actos de las personas , encontrando numeros que justifiquen inversiones direccionadas por estados de mayor peso estructural. seguiremos viviendo un neocolonialismo sistemático que, hace que nuestros pensamientos sean alineados a los numeros de billetes que llegan a nuestra cuenta bancaria al final del mes.

          -Al final del día, al final del recorrido ¿Quién mata, a quién? 
 Exclama Juan en son de desahogo.


 Ariel, se queda un minuto pensando, saca su encendedor para encender su tercer cigarro mitras lanza un bocado de humo en la cara de Juan:
        -Ya te escuche, ahora, qué hacemos?
Juan la mira, sonríe mientras susurra:
         Gracias, por escuchar.


Danm! i love running

Has it ever happened to you that you thought you didn't like something and suddenly, you start to see its traces in different areas of y...