En una tarde, un burro se acerca a un tigre acostado en un pasto. El burro le dijo al tigre:
-¿Esta muy cómodo este pasto azul verdad?
El tigre respondió:
- No, el pasto es verde.
La discusión se calentó, y los dos decidieron someterlo a un arbitraje, y para ellos concurrieron ante el león, el Rey de la Selva.
Ya antes de llegar al claro del bosque, donde el león estaba sentado en su trono, el burro empezó a gritar:
- Su alteza, ¿es cierto que el pasto es azul?
El león respondió:
- Cierto, el pasto es azul.
El burro se apresuró y continuó:
-El tigre no está de acuerdo conmigo y me contradice y molesta, por favor, castígalo.
El rey entonces declaró:
-El tigre será castigado por 5 años de silencio.
El burro saltó alegremente y siguió su camino, contento y repitiendo:
- El pasto es azul.
El tigre aceptó su castigo, pero antes le preguntó al león:
- Su Majestad ¿por qué me has castigado?, después de todo, el pasto es verde.
El león respondió:
-De hecho, el pasto es verde.
El tigre le preguntó:
- Entonces, ¿por qué me castigaste?
El león respondió:
Eso no tiene nada que ver con la pregunta de si el pasto es azul o verde. El castigo se debe a que no es posible que una criatura valiente e inteligente como tú pierda tiempo discutiendo con un burro, y encima venga a molestarme a mí con esa pregunta.
La peor perdida de tiempo es discutir con el necio y fanático al que no le importa la verdad o la realidad, sino sólo la victoria de sus creencias e ilusiones. Jamás pierdas tiempo en discusiones que no tienen sentido...
Hay personas que por muchas evidencias y pruebas que les presentemos, no están en la capacidad de comprender, y otras estan cegadas por el ego, el odio, resentimiento o simplemente por un deseo particular, y lo único que interesa es tener la razón aunque no la tengan.
Cuando la ignorancia grita, calla. Tu paz y tranquilidad valen más.